¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de riñón?

El tratamiento del cáncer de riñón depende de varios factores, como el estadio y la ubicación del tumor, la salud general del paciente y las preferencias personales. Estas son algunas opciones de tratamiento comunes para el cáncer de riñón:

Cirugía: La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de riñón. El tipo de cirugía realizada depende del tamaño y la ubicación del tumor. Las opciones incluyen:

- Nefrectomía radical: Esto implica extirpar todo el riñón afectado y el tejido circundante.

- Nefrectomía parcial: Esta es una opción menos invasiva en la que solo se extirpa el tumor y una pequeña porción de tejido sano.

- Cirugía conservadora de nefronas: Esta técnica se utiliza para preservar la mayor cantidad posible de tejido renal sano, especialmente en los casos en que el cáncer es pequeño y está confinado a un área.

Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos X de alta energía u otras formas de radiación para destruir las células cancerosas. Puede usarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o después de la cirugía para destruir las células cancerosas restantes.

Terapia dirigida: Los medicamentos de terapia dirigida funcionan bloqueando moléculas o proteínas específicas que participan en el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Ejemplos de terapias dirigidas utilizadas para el cáncer de riñón incluyen sunitinib, pazopanib, sorafenib y otras.

Inmunoterapia: Los medicamentos de inmunoterapia funcionan estimulando el sistema inmunológico del cuerpo para reconocer y combatir las células cancerosas. Estos medicamentos, como nivolumab, pembrolizumab y avelumab, se pueden usar solos o en combinación con otros tratamientos.

Ablación: Las técnicas de ablación utilizan calor, frío u otros métodos para destruir las células cancerosas. Las opciones incluyen ablación por radiofrecuencia (RFA), crioablación, ablación por microondas y otras.

Vigilancia activa: En algunos casos, es posible que los tumores renales pequeños y de bajo grado no requieran tratamiento inmediato. En cambio, el médico puede recomendar vigilancia activa, que implica un seguimiento estrecho del tumor mediante pruebas de imagen periódicas.

Es importante analizar las opciones de tratamiento con un profesional de la salud que se especialice en cáncer de riñón. Recomendarán el enfoque más apropiado según sus circunstancias individuales y también considerarán sus preferencias y valores. Se pueden utilizar tratamientos adicionales o medidas de atención de apoyo en combinación con los tratamientos anteriores para controlar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.