El tubo de diálisis no se sumerge en agua pura porque causaría que el contenido del tubo se volviera hipotónico, lo que provocaría la entrada de agua en el tubo y una posible lisis celular. Los tubos de diálisis generalmente se sumergen en una solución con una presión osmótica similar a la del contenido del tubo para mantener el equilibrio osmótico y prevenir el daño celular.