¿Por qué existe el sistema de portal?
El sistema portal garantiza que la sangre rica en nutrientes procedente de los órganos digestivos (estómago, intestinos, páncreas y bazo) se dirija primero al hígado antes de entrar en la circulación sistémica. Esto permite que el hígado procese y almacene nutrientes, así como también elimine las toxinas o productos de desecho antes de que lleguen a otros órganos y tejidos.
2. Para facilitar la desintoxicación y el metabolismo de drogas y toxinas:
El hígado es responsable de desintoxicar y metabolizar diversas sustancias, incluidas las drogas, el alcohol y las toxinas. El sistema portal garantiza que estas sustancias lleguen directamente al hígado, donde pueden procesarse y eliminarse de manera eficiente.
3. Para regular los niveles de nutrientes en el torrente sanguíneo:
El hígado juega un papel crucial en la regulación de los niveles de nutrientes en el torrente sanguíneo. Puede almacenar el exceso de nutrientes, como glucosa, glucógeno y vitaminas, y liberarlos cuando sea necesario para mantener la homeostasis. El sistema portal permite que el hígado detecte y responda rápidamente a los cambios en los niveles de nutrientes.
4. Para producir bilis para la digestión de grasas:
El hígado produce bilis, que es esencial para la digestión y absorción de grasas. La bilis se almacena en la vesícula biliar y se libera al intestino delgado cuando es necesario. El sistema portal asegura que la bilis llegue al intestino delgado junto con los nutrientes de los órganos digestivos.
5. Para proteger el cuerpo de sustancias nocivas:
El hígado actúa como un filtro, eliminando bacterias, virus y otras sustancias nocivas del torrente sanguíneo. El sistema portal garantiza que estas sustancias nocivas sean interceptadas antes de que puedan llegar al resto del cuerpo.
6. Para regular el flujo sanguíneo a los órganos digestivos:
El sistema portal ayuda a regular el flujo sanguíneo a los órganos digestivos. Cuando la digestión está activa, el flujo sanguíneo a los órganos digestivos aumenta para satisfacer la mayor demanda de nutrientes y oxígeno. Cuando la digestión no está activa, el flujo sanguíneo a los órganos digestivos disminuye, permitiendo que otros órganos y tejidos reciban más sangre.