Sí, una persona puede vivir con un solo riñón, aunque es posible que necesite realizar algunos cambios en su estilo de vida para mantenerse saludable. Las personas con un solo riñón funcional pueden orinar con más frecuencia, especialmente por la noche, y es posible que necesiten limitar la ingesta de ciertos alimentos y bebidas, como sal, potasio y fosfato. Además, es posible que necesiten tomar medicamentos o hacerse análisis de sangre y orina periódicamente para controlar la función renal. Sin embargo, con la atención médica y el control del estilo de vida adecuados, la mayoría de las personas con un solo riñón pueden vivir una vida plena y normal.