¿Seguirían siendo necesarios los trasplantes de riñón si las máquinas de diálisis se volvieran baratas, pequeñas y portátiles?

Incluso si las máquinas de diálisis fueran baratas, pequeñas y portátiles, los trasplantes de riñón seguirían siendo necesarios por varias razones:

1. Mejores resultados a largo plazo :El trasplante de riñón generalmente se considera la opción de tratamiento preferida para la enfermedad renal terminal porque ofrece mejores resultados a largo plazo en comparación con la diálisis. Los riñones trasplantados funcionan de manera más efectiva y eficiente que la diálisis en términos de filtrar productos de desecho, regular el equilibrio de líquidos y producir hormonas necesarias para la salud en general.

2. Reducción de riesgos para la salud :El trasplante de riñón puede reducir el riesgo de complicaciones y problemas de salud asociados con la diálisis a largo plazo. Estas complicaciones pueden incluir enfermedades cardiovasculares, anemia, desnutrición, enfermedades óseas e infecciones. Un riñón trasplantado funcional puede ayudar a mantener una mejor salud general y prevenir o retrasar el desarrollo de estas complicaciones.

3. Mejor calidad de vida :El trasplante de riñón puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con enfermedad renal terminal. Proporciona mayor libertad e independencia, ya que los pacientes no están restringidos a sesiones regulares de diálisis y pueden disfrutar de un estilo de vida más activo. El trasplante reduce la carga del tratamiento y permite a las personas realizar actividades diarias, viajar y participar en eventos sociales sin la necesidad de una intervención médica constante.

4. Rentabilidad :Si bien el costo inicial de un trasplante de riñón puede ser mayor que los costos del tratamiento de diálisis en curso, los estudios han demostrado que el trasplante de riñón puede ser rentable a largo plazo. Esto se debe a que el trasplante reduce la necesidad de hospitalizaciones frecuentes, medicamentos y otras intervenciones médicas asociadas con la diálisis. La rentabilidad del trasplante se vuelve aún más pronunciada cuando se considera la mejora de la productividad, la participación social y el bienestar general de los receptores de trasplantes.

Por lo tanto, incluso si los avances en la tecnología de la diálisis la hicieran más accesible y portátil, el trasplante de riñón seguiría siendo la opción de tratamiento preferida para muchas personas con enfermedad renal terminal debido a sus resultados clínicos superiores, menores riesgos para la salud, mejor calidad de vida y rentabilidad potencial.