¿Cuáles son los resultados del daño renal por shigelosis?
1. Síndrome Urémico Hemolítico (SHU) :El SUH es una complicación grave que puede ocurrir en niños infectados con Shigella Dysenteriae tipo 1. El SUH causa la destrucción de los glóbulos rojos (anemia hemolítica), lo que provoca insuficiencia renal, recuentos bajos de plaquetas (trombocitopenia) y daño al sistema nervioso central. . Puede requerir tratamiento médico intensivo, que incluye diálisis y transfusiones de sangre.
2. Lesión renal aguda (IRA) :La bacteria Shigella puede invadir directamente los riñones y dañar los túbulos renales responsables de filtrar los productos de desecho. Esto puede provocar una lesión renal aguda, caracterizada por una disminución repentina de la capacidad de funcionamiento de los riñones. Los síntomas de la IRA pueden incluir reducción de la producción de orina, hinchazón, fatiga y náuseas. En casos graves, la IRA puede provocar insuficiencia renal que requiera diálisis temporal o incluso daño permanente.
3. Enfermedad Renal Crónica (ERC) :El daño renal persistente debido a la shigelosis grave a veces puede progresar a una enfermedad renal crónica. La ERC es una afección crónica en la que los riñones pierden gradualmente su función con el tiempo. Puede provocar diversas complicaciones de salud, como retención de líquidos, presión arterial alta, anemia y enfermedades óseas. La ERC puede eventualmente requerir diálisis o trasplante de riñón.
4. Cicatrices y daños: La invasión de la bacteria Shigella en los riñones puede causar inflamación, provocando cicatrices y daño tisular. Este daño puede afectar la función renal y reducir su capacidad para filtrar productos de desecho y mantener el equilibrio de líquidos.
Es importante tener en cuenta que la gravedad del daño renal por shigelosis varía entre personas y no todas las infecciones provocan complicaciones. Sin embargo, es fundamental buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas de shigelosis, como diarrea persistente, dolor abdominal, fiebre o heces con sangre. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones graves, incluido el daño renal.