¿Qué efecto tiene sobre los riñones?
Deshidratación: El alcohol actúa como diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina. Esto puede provocar deshidratación si una persona no bebe suficientes líquidos para reemplazar el agua perdida al orinar. La deshidratación puede ejercer presión sobre los riñones mientras intentan concentrar la orina para retener agua.
Desequilibrios electrolíticos: El alcohol también puede interferir con la capacidad de los riñones para regular los electrolitos, como el sodio y el potasio. Estos desequilibrios pueden afectar la función de los riñones y causar síntomas como fatiga, debilidad muscular y náuseas.
Daño renal: El consumo crónico de alcohol puede dañar los riñones con el tiempo, provocando una afección llamada enfermedad renal alcohólica. Esto puede ocurrir debido a los efectos tóxicos directos del alcohol en las células renales, así como a los efectos de la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos. La enfermedad renal alcohólica puede causar varios síntomas, que incluyen hinchazón, presión arterial alta, proteínas en la orina e insuficiencia renal.
Mayor riesgo de cálculos renales: El consumo de alcohol se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales. El mecanismo exacto de esto no se comprende completamente, pero puede estar relacionado con la deshidratación y los cambios en los niveles de ciertos minerales en la orina.
Es importante que las personas que consumen alcohol beban con moderación y se mantengan hidratadas para minimizar los posibles efectos negativos en los riñones.