¿Qué es ectópico del riñón izquierdo?

El riñón ectópico es una anomalía congénita poco común en la que uno o ambos riñones se encuentran en una posición anormal. La ectópica del riñón izquierdo se refiere específicamente a la afección en la que el riñón izquierdo no se encuentra en su posición normal en el espacio retroperitoneal en el lado izquierdo del cuerpo. En cambio, se encuentra en una ubicación anormal, como en la pelvis, el abdomen o incluso el pecho.

Los riñones ectópicos pueden ocurrir debido a diversas anomalías del desarrollo durante el desarrollo embrionario. A menudo se desconoce la causa exacta, pero se cree que está relacionada con una migración anormal del riñón en desarrollo desde su posición original hasta su ubicación final.

Los riñones ectópicos a veces pueden funcionar normalmente y no causar ningún problema de salud importante. Sin embargo, también pueden estar asociados con diversas complicaciones, que incluyen:

1. Obstrucción:los riñones ectópicos pueden estar asociados con malformaciones del sistema colector o de los uréteres, lo que lleva a la obstrucción del flujo de orina. Esto puede causar dolor, infecciones del tracto urinario y daño renal si no se trata de inmediato.

2. Hidronefrosis:la obstrucción del flujo de orina puede provocar el desarrollo de hidronefrosis, una afección caracterizada por hinchazón y agrandamiento del riñón debido a la acumulación de orina.

3. Hipertensión:en algunos casos, los riñones ectópicos pueden estar asociados con hipertensión (presión arterial alta). Se cree que esto está relacionado con el desarrollo anormal de vasos sanguíneos alrededor del riñón ectópico.

4. Dolor:Los riñones ectópicos pueden causar dolor debido a su ubicación anormal o complicaciones asociadas, como obstrucción o hidronefrosis.

5. Infertilidad:en casos raros, los riñones ectópicos, particularmente si están ubicados en la pelvis, pueden interferir con los órganos reproductivos y causar infertilidad.

El tratamiento del riñón ectópico depende de los síntomas del individuo y de la gravedad de las complicaciones. El tratamiento puede implicar observación, medicación para controlar los síntomas o intervención quirúrgica para corregir anomalías y mejorar la función renal.