Si tiene insuficiencia renal ¿cuánto tiempo puede estar sin diálisis?

Sin diálisis o un trasplante de riñón, una persona con insuficiencia renal terminal o insuficiencia renal que requiere diálisis generalmente puede sobrevivir aproximadamente de una a dos semanas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta duración puede variar según varios factores, incluida la salud general del individuo, las afecciones médicas coexistentes y el nivel de función renal residual.

La insuficiencia renal, especialmente cuando alcanza una etapa avanzada, afecta significativamente la capacidad de los riñones para filtrar eficazmente los productos de desecho, el exceso de líquido y las toxinas del torrente sanguíneo. Como resultado, estas sustancias pueden acumularse en el cuerpo, provocando una afección conocida como uremia. La uremia puede causar diversos síntomas y complicaciones, como náuseas, vómitos, debilidad, fatiga, dificultad para respirar, confusión mental, convulsiones, coma y, finalmente, la muerte.

La diálisis es un tratamiento de soporte vital que ayuda a eliminar los productos de desecho y el exceso de líquido del cuerpo cuando los riñones no pueden realizar estas funciones adecuadamente. Se puede realizar de dos formas principales:

1. Hemodiálisis:consiste en utilizar una máquina para filtrar la sangre fuera del cuerpo, eliminar los productos de desecho y el exceso de líquido y luego devolver la sangre purificada al cuerpo. La hemodiálisis generalmente se realiza varias veces por semana, generalmente durante varias horas en cada sesión.

2. Diálisis peritoneal:este método utiliza el revestimiento del abdomen (peritoneo) como filtro natural. Se introduce una solución de diálisis en la cavidad peritoneal a través de un catéter y los productos de desecho y el exceso de líquido pasan del torrente sanguíneo a la solución de diálisis. Luego, la solución de diálisis se drena y se reemplaza periódicamente.

Sin una diálisis adecuada o un trasplante de riñón, la acumulación de productos de desecho y líquido puede volverse cada vez más grave y, en última instancia, provocar complicaciones potencialmente mortales y, finalmente, la muerte. Por lo tanto, las personas con insuficiencia renal requieren tratamientos regulares de diálisis o un trasplante de riñón para sobrevivir.