Si bien expulsar un cálculo renal puede ser una experiencia muy dolorosa, es muy poco probable que cause desmayos (síncope). El desmayo es una pérdida repentina y breve del conocimiento causada por una disminución temporal del flujo sanguíneo al cerebro. Generalmente se desencadena por una caída repentina de la presión arterial o por un aumento repentino de la frecuencia cardíaca. Los cálculos renales, por otro lado, son depósitos de sales y minerales duros que se pueden formar en los riñones y pueden causar dolor cuando se desplazan por el tracto urinario. Sin embargo, no suelen provocar el tipo de cambios repentinos en la presión arterial o la frecuencia cardíaca que provocarían desmayos. Si experimenta desmayos además de expulsar un cálculo renal, es importante buscar atención médica, ya que podría ser un signo de una afección médica subyacente.