Cuando hablas de deshidratarte ¿Por qué?

Hay varias razones por las que hablar puede provocar deshidratación:

- Aumento de la pérdida de líquido por evaporación: Cuando hablas, exhalas aire húmedo de tus pulmones. Esta humedad se evapora y se pierde en el medio ambiente. Incluso si no siente que está sudando, aún puede perder una cantidad significativa de líquido por evaporación mientras habla.

- Reducción de la ingesta de líquidos: Cuando habla, es menos probable que beba líquidos. Esto es especialmente cierto si estás involucrado en una conversación que es particularmente interesante o cautivadora. Es posible que quede tan atrapado en lo que está hablando que se olvide de beber, incluso si tiene sed.

- Aumento de la actividad metabólica: Hablar requiere energía, que se produce a través del metabolismo. El metabolismo produce calor, lo que puede hacer que sudes más y aumentes aún más tus pérdidas de líquidos.

Si descubre que se deshidrata con frecuencia cuando habla, hay algunas cosas que puede hacer para prevenirlo:

- Bebe mucho líquido durante el día, incluso cuando no tengas sed: Trate de beber de ocho a 10 vasos de agua al día.

- Hacer pausas durante las conversaciones largas para beber un poco de agua: Configure una alarma en su teléfono o computadora para recordarle que debe beber cada 15 a 20 minutos.

- Evita hablar durante largos periodos de tiempo en ambientes calurosos o húmedos: Estos ambientes pueden hacer que sudes aún más y pierdas líquidos más rápidamente.

- Consuma alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras: Estos alimentos pueden ayudarle a mantenerse hidratado sin beber tanta agua.

Si experimenta deshidratación grave, como mareos, confusión o desmayos, es importante buscar atención médica de inmediato.