¿Cómo afecta el calor a la esclerosis múltiple?
Efectos del calor en la EM:
1. Empeoramiento de los síntomas:
- Aumento de la debilidad muscular, fatiga y rigidez.
- Visión borrosa
- Dificultades cognitivas, como deterioro de la memoria y disminución de la concentración.
- Temblor
- Desequilibrio y alteraciones de la marcha.
- Mayor sensibilidad al calor (intolerancia al calor)
2. El fenómeno de Uhthoff:
- Esto se refiere al empeoramiento temporal de los síntomas de la EM debido al aumento de la temperatura corporal. A menudo ocurre durante el clima cálido, el ejercicio o al tomar un baño tibio.
3. Desencadenante de recaída:
- El calor a veces puede actuar como desencadenante de recaídas de EM. Una recaída se caracteriza por una reaparición repentina o un empeoramiento de los síntomas que duran más de 24 horas.
4. Intolerancia al calor:
- Las personas con EM pueden experimentar una mayor sensibilidad al calor, lo que les dificulta tolerar ambientes cálidos.
5. Deterioro de la conducción nerviosa:
- El calor puede interferir con las señales eléctricas transmitidas a lo largo de las fibras nerviosas, afectando el buen funcionamiento del sistema nervioso central.
6. Cambios en la barrera hematoencefálica:
- La temperatura corporal elevada puede alterar la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, permitiendo la entrada de sustancias potencialmente nocivas al sistema nervioso central.
7. Deshidratación:
- El calor puede provocar un aumento de la sudoración y la pérdida de líquidos, lo que provoca deshidratación. Esto puede exacerbar aún más los síntomas de la EM.
8. Movilidad Reducida:
- El calor puede dificultar el movimiento de las personas con EM, especialmente aquellos que experimentan debilidad muscular inducida por la temperatura.
Es esencial que las personas con EM tomen precauciones al controlar su exposición al calor. Estas medidas preventivas pueden incluir:
- Permanecer en áreas frescas y bien ventiladas.
- Evitar el calor excesivo, como temperaturas exteriores extremas o baños calientes.
- Mantenerse hidratado bebiendo muchos líquidos fríos
- Usar dispositivos de refrigeración como ventiladores o aires acondicionados.
- Llevar ropa holgada y transpirable.
- Tomar duchas o baños fríos para bajar la temperatura corporal.
- Practicar técnicas de relajación para reducir el estrés y la sensibilidad al calor.
- Trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan personalizado de gestión del calor.
Al comprender los efectos del calor en la esclerosis múltiple y tomar las medidas adecuadas para mitigarlos, las personas con EM pueden controlar mejor sus síntomas y reducir el riesgo de recaídas.