¿Cómo se diagnostica la neuralgia trigeminal?
1. Evaluación de síntomas:
- Descripción detallada del dolor, incluyendo ubicación, intensidad, duración y desencadenantes.
- Valorar la distribución del dolor en el territorio del nervio trigémino.
2. Examen neurológico:
- Exploración neurológica del nervio trigémino:reflejo corneal, sensación en la cara, tono y fuerza muscular.
3. Estudios de Imagenología:
- Imágenes por Resonancia Magnética (MRI) del cerebro, generalmente con contraste (gadolinio):
- Para detectar anomalías estructurales, como la compresión de la raíz del nervio trigémino por un vaso sanguíneo.
- Descartar otras posibles causas de dolor facial, como tumores o malformaciones vasculares.
4. Estudios electrofisiológicos:
- Potenciales Evocados Sensoriales del Nervio Trigémino (SSEP):
- Mide la función del nervio trigémino registrando señales eléctricas generadas en respuesta a estímulos aplicados en la cara.
- Electromiografía (EMG) de los músculos faciales:
- Evaluar la posible debilidad muscular o denervación en los músculos inervados por el nervio trigémino.
5. Diagnóstico diferencial:
- Deben excluirse otras afecciones que puedan provocar dolores faciales similares, como por ejemplo:
- Problemas dentales
- Infecciones sinusales
- Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM)
- Dolores de cabeza en racimos
- Dolor facial atípico
6. Bloques de diagnóstico:
- Bloqueos del nervio trigémino:
- Se pueden realizar inyecciones o bloqueos nerviosos temporales para identificar la rama afectada del nervio trigémino y confirmar el diagnóstico.
- Si se consigue alivio del dolor con un bloqueo nervioso específico, apoya el diagnóstico de neuralgia del trigémino.
7. Criterios de diagnóstico:
- Al diagnosticar la neuralgia del trigémino, un proveedor de atención médica puede considerar una combinación de síntomas, hallazgos clínicos y resultados de imágenes que en conjunto satisfacen los criterios de la afección, de acuerdo con las pautas de diagnóstico internacionales.
Un diagnóstico correcto y completo es fundamental para diferenciar la neuralgia del trigémino de otras afecciones de dolor facial y determinar el enfoque de tratamiento adecuado.