¿Pueden los análisis de sangre determinar la enfermedad de Parkinson?

Actualmente, no existen análisis de sangre específicos que puedan diagnosticar definitivamente la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, se están realizando investigaciones para identificar posibles biomarcadores sanguíneos que puedan ayudar a predecir o respaldar el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson. A continuación se muestran algunos biomarcadores sanguíneos prometedores que se están investigando:

a-Sinucleína: La alfa-sinucleína es una proteína que se sabe que se agrega y forma cuerpos de Lewy, los depósitos de proteínas característicos que se encuentran en el cerebro de las personas con enfermedad de Parkinson. Los investigadores están investigando los niveles y modificaciones de la alfa-sinucleína en la sangre como posibles marcadores de diagnóstico de la enfermedad de Parkinson.

Tau: Tau es otra proteína que participa en la formación de ovillos neurofibrilares, que también se encuentran en el cerebro de personas con enfermedad de Parkinson. Los estudios han explorado el potencial de medir los niveles de tau en la sangre como biomarcador de diagnóstico de la enfermedad de Parkinson.

Cadena ligera de neurofilamentos (NfL): NfL es una proteína que se encuentra en los axones de las neuronas. Los niveles elevados de NfL en el líquido cefalorraquídeo (LCR) se han asociado con la neurodegeneración en diversas afecciones neurológicas, incluida la enfermedad de Parkinson. Los investigadores están investigando si los niveles de NfL en la sangre pueden proporcionar información similar y servir como un biomarcador potencial.

Marcadores inflamatorios: La enfermedad de Parkinson se caracteriza por una inflamación crónica en el cerebro. Los estudios han explorado el papel de los marcadores inflamatorios en la sangre, como la proteína C reactiva (PCR), la interleucina-6 (IL-6) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a), como posibles biomarcadores de la enfermedad de Parkinson.

Marcadores genéticos: Los estudios genéticos han identificado varias variaciones genéticas asociadas con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Los investigadores están investigando la posibilidad de utilizar estos marcadores genéticos en análisis de sangre para predecir o respaldar el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson.

Si bien estos biomarcadores sanguíneos son prometedores, es importante señalar que todavía se encuentran en la etapa de investigación y que su utilidad clínica debe evaluarse más a fondo en estudios a gran escala. Actualmente, el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson se basa principalmente en una evaluación clínica detallada, que incluye los síntomas, el historial médico y el examen neurológico de la persona, junto con técnicas de imágenes adicionales como imágenes por resonancia magnética (MRI) y escáneres cerebrales funcionales.