¿Es posible ganar y mantener peso con una enfermedad?
1. Concéntrese en una dieta equilibrada:
Consuma una variedad de alimentos saludables de todos los grupos de alimentos, incluidas frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Asegúrese de consumir cantidades adecuadas de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
2. Aumente su ingesta de proteínas:
La proteína es esencial para construir y reparar tejidos, incluidos los músculos. Trate de consumir al menos 0,8-1 gramo de proteína por kilogramo de peso corporal por día.
3. Elija alimentos ricos en nutrientes:
Seleccione alimentos con alto contenido de nutrientes y densidad energética para asegurarse de aprovechar al máximo sus comidas. Consuma alimentos ricos en nutrientes como nueces, semillas, productos lácteos y carnes magras.
4. Controle su ingesta de calorías:
Dependiendo de su enfermedad y estado de salud, es posible que deba ajustar su ingesta de calorías para satisfacer sus necesidades individuales. Consulte con un médico o dietista para determinar una ingesta calórica diaria adecuada.
5. Haga ejercicio regularmente:
La actividad física regular puede ayudarle a desarrollar músculos, mejorar la movilidad y favorecer la salud y el bienestar general. Elija ejercicios que sean apropiados para su enfermedad y nivel de condición física, y recuerde comenzar gradualmente y aumentar la intensidad y la duración con el tiempo.
6. Controle los síntomas y los efectos secundarios:
Algunas enfermedades pueden causar síntomas o efectos secundarios que pueden afectar su apetito o su capacidad para comer. Trabaje en estrecha colaboración con su equipo de atención médica para controlar estos síntomas y asegurarse de que esté recibiendo suficiente nutrición.
7. Suplemento si es necesario:
En ciertos casos, es posible que necesite suplementos nutricionales para respaldar sus esfuerzos por aumentar de peso. Consulte con su médico o dietista para determinar si es necesario algún suplemento específico para su afección.
8. Practica el manejo del estrés:
Las enfermedades crónicas a menudo pueden provocar estrés, lo que puede afectar el apetito y la regulación del peso. Encuentre formas saludables de controlar el estrés, como técnicas de relajación, ejercicio y pasar tiempo con sus seres queridos.
9. Supervisa tu progreso:
Controle periódicamente su peso y realice un seguimiento de su progreso. Esto le ayudará a realizar ajustes en su dieta y plan de ejercicio si es necesario.
Recuerde que es esencial consultar con un profesional de la salud, como un médico o un dietista registrado, para crear un plan personalizado que se alinee con su enfermedad específica y sus objetivos de salud. Pueden brindarle orientación y apoyo personalizados para ayudarlo a lograr un peso saludable y un bienestar general.