¿Qué porcentaje de la obesidad se debe a factores genéticos?
Varios estudios han estimado que la contribución de los factores genéticos a la obesidad oscila entre el 20% y el 80%. Sin embargo, estas estimaciones pueden variar según la población estudiada, los métodos utilizados y las variaciones genéticas específicas consideradas. Es importante señalar que incluso las personas con predisposición genética a la obesidad pueden mitigar su riesgo manteniendo un estilo de vida saludable.
Aquí hay una explicación más detallada de cómo la genética puede contribuir a la obesidad:
1. Variaciones genéticas:Las personas con determinadas variantes o mutaciones genéticas pueden tener mayor tendencia a acumular grasa corporal y ganar peso. Estas variaciones pueden afectar genes implicados en el metabolismo, la regulación de la energía, el control del apetito y otros procesos fisiológicos relacionados con el control del peso.
2. Composición corporal y distribución de grasa:la genética puede influir en la distribución de la grasa corporal. Algunas personas pueden tener más probabilidades de almacenar grasa alrededor del abdomen (obesidad androide), mientras que otras pueden ser más propensas a almacenar grasa en las caderas y los muslos (obesidad ginoide). La ubicación de la grasa corporal puede afectar los riesgos para la salud asociados con la obesidad.
3. Regulación del apetito:algunas variaciones genéticas pueden influir en la producción y señalización de hormonas y otras moléculas que regulan el apetito y la saciedad. Esto puede provocar un aumento del hambre y una reducción de la sensación de saciedad, lo que contribuye a comer en exceso y aumentar de peso.
Vale la pena enfatizar que la genética por sí sola no determina la obesidad. Los factores ambientales y de estilo de vida también desempeñan un papel importante. Una combinación de susceptibilidad genética y comportamientos poco saludables, como la ingesta excesiva de calorías, la inactividad física y la falta de sueño, pueden aumentar la probabilidad de desarrollar obesidad.
El ejercicio físico regular, una nutrición equilibrada, un sueño adecuado y el manejo del estrés son estrategias cruciales para ayudar a las personas, independientemente de su composición genética, a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de complicaciones de salud relacionadas con la obesidad. Consultar con profesionales de la salud y dietistas registrados puede brindar orientación personalizada adaptada a las necesidades específicas y al perfil genético de un individuo.