La profesión que imparte masajes se llama masajista. Los masajistas usan sus manos para aplicar presión y movimiento a los músculos, tendones y ligamentos del cuerpo para mejorar la circulación, aliviar el dolor y promover la relajación. También pueden utilizar otras técnicas como calor, frío o aceites esenciales para mejorar sus tratamientos. Los masajistas suelen trabajar en una variedad de entornos, incluidos spas, salones de belleza, hospitales y clínicas privadas.