¿Qué es una arsenicosis?
Las manifestaciones de la arsenicosis dependen del nivel y la duración de la exposición, así como de la susceptibilidad individual. A continuación se detallan algunos síntomas y signos comunes asociados con la arsenicosis:
Problemas de la piel: La arsenicosis puede provocar cambios en la pigmentación de la piel, lo que provoca hiperpigmentación (oscurecimiento) o hipopigmentación (aclaramiento) de las zonas cutáneas. También pueden producirse lesiones cutáneas, erupciones cutáneas y engrosamiento de la piel (hiperqueratosis).
Problemas digestivos: La arsenicosis puede afectar el tracto gastrointestinal y provocar dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y pérdida de apetito. La exposición prolongada puede aumentar el riesgo de cánceres gastrointestinales, particularmente cánceres de hígado y vejiga.
Problemas respiratorios: La inhalación de polvo o humo de arsénico puede provocar problemas respiratorios, como tos, sibilancias, dificultad para respirar e irritación de las fosas nasales y la garganta. La exposición crónica puede aumentar el riesgo de enfermedades pulmonares y cáncer.
Daño hepático: La arsenicosis puede dañar el hígado y provocar inflamación y cicatrización (cirrosis). Esto puede provocar disfunción hepática y alteraciones de las pruebas de función hepática, así como un mayor riesgo de cáncer de hígado.
Daño renal: Los riñones pueden verse afectados por el arsénico, provocando una reducción de la función renal, inflamación y daño al tejido renal. La enfermedad renal crónica y la insuficiencia renal pueden desarrollarse con el tiempo.
Efectos en el sistema nervioso: La exposición prolongada al arsénico puede afectar el sistema nervioso y provocar síntomas como dolores de cabeza, confusión, problemas de memoria, dificultad para concentrarse, entumecimiento y sensación de hormigueo en las extremidades y debilidad muscular.
Problemas cardiovasculares: La arsenicosis se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidas enfermedades cardíacas y enfermedades vasculares periféricas.
Otros efectos: La arsenicosis también puede afectar la función de la médula ósea, provocando anemia y puede causar trastornos del desarrollo y resultados reproductivos adversos en mujeres embarazadas expuestas a altos niveles de arsénico.
Es importante tener en cuenta que la gravedad y los tipos de síntomas pueden variar mucho según las circunstancias y los factores individuales. La detección temprana y la intervención médica adecuada son esenciales para controlar la arsenicosis y reducir el riesgo de complicaciones.