¿Cómo actúa la toxina botulínica en el ser humano?
En concreto, así es como actúa la toxina botulínica en humanos:
Entrada de toxinas:La toxina botulínica ingresa al cuerpo ya sea a través de la ingestión de alimentos contaminados (botulismo transmitido por alimentos) o a través de heridas abiertas (botulismo por heridas).
Unión a las células nerviosas:la toxina circula en el torrente sanguíneo y finalmente llega a los nervios periféricos. Se une específicamente a las neuronas motoras, que son responsables de controlar los movimientos musculares.
Internalización:una vez unida a las células nerviosas, la toxina se internaliza mediante un proceso llamado endocitosis. Entra en el citoplasma de la célula donde puede ejercer sus efectos.
Escisión de SNAP-25:dentro de la célula nerviosa, la toxina botulínica escinde una proteína llamada proteína 25 asociada a sinaptosomas (SNAP-25). SNAP-25 es un componente crucial del complejo SNARE, que participa en la liberación de neurotransmisores de las células nerviosas.
Inhibición de la liberación de neurotransmisores:al escindir SNAP-25, la toxina botulínica altera la función normal del complejo SNARE. Esto impide la liberación de neurotransmisores, como la acetilcolina, que se encargan de estimular las contracciones musculares.
Parálisis muscular:la ausencia de liberación de neurotransmisores impide que las señales lleguen a los músculos, lo que provoca una parálisis o debilidad muscular temporal. Los músculos afectados se relajan e inmóviles.
Dependiendo de la dosis y del lugar de inyección (en el caso de uso cosmético o médico), los efectos de la toxina botulínica pueden ser localizados o generalizados, dando lugar a diversos síntomas y aplicaciones terapéuticas.