¿Qué tan grave es el herpes zóster?
El riesgo de desarrollar culebrilla aumenta con la edad y es más común en personas mayores de 50 años. Otros factores de riesgo para la culebrilla incluyen tener un sistema inmunológico debilitado, como por cáncer, VIH/SIDA o ciertos medicamentos.
La culebrilla generalmente comienza con una sensación de ardor, hormigueo o picazón en un lado del cuerpo. A esto le sigue una erupción que se convierte en pequeñas ampollas llenas de líquido. La erupción puede ser muy dolorosa y durar de 2 a 4 semanas. En algunos casos, el dolor puede persistir durante meses o incluso años después de que la erupción haya desaparecido.
Otras complicaciones del herpes zóster pueden incluir:
* Neuralgia posherpética (NPH): Esta es la complicación más común del herpes zóster y ocurre cuando el dolor del herpes zóster persiste durante más de 3 meses después de que la erupción ha desaparecido. La NPH puede ser muy difícil de tratar y puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona.
* Infecciones bacterianas de la piel: Las ampollas del herpes zóster pueden infectarse con bacterias, lo que puede provocar más dolor, hinchazón y fiebre.
* Problemas oculares: La culebrilla puede afectar el ojo y causar dolor, inflamación y problemas de visión.
* Problemas neurológicos: La culebrilla puede dañar los nervios y provocar debilidad, parálisis y dificultad con el equilibrio.
* Muerte: En casos raros, la culebrilla puede ser fatal. Es más probable que esto ocurra en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Existe una vacuna disponible para prevenir el herpes zóster. La vacuna se recomienda para personas mayores de 50 años y para personas con sistemas inmunológicos debilitados. La vacuna es muy eficaz para prevenir el herpes zóster y la NPH.
Si cree que puede tener culebrilla, es importante que consulte a un médico de inmediato. El tratamiento temprano puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas y el riesgo de complicaciones.