¿Qué es la psoriasis pustulosa?

La psoriasis pustulosa es una afección de la piel caracterizada por la formación de pústulas (ampollas llenas de pus) pequeñas, blancas y no infecciosas en la piel. Es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la piel y, a menudo, las articulaciones, las uñas y otras partes del cuerpo. La psoriasis pustulosa es un tipo relativamente poco común de psoriasis y representa aproximadamente el 10% de todos los casos de psoriasis. Es más común en adultos de entre 20 y 40 años, pero puede ocurrir a cualquier edad.

Se desconoce la causa exacta de la psoriasis pustulosa, sin embargo se cree que está relacionada con una disfunción del sistema inmunológico que provoca una sobreproducción de ciertos glóbulos blancos, particularmente neutrófilos, que se acumulan en la piel y liberan sustancias químicas inflamatorias que conducen a la formación de pústulas. . Se considera que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel en el desarrollo de la psoriasis pustulosa. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de psoriasis, trastornos autoinmunes, tabaquismo, consumo de alcohol, ciertos medicamentos, infecciones y estrés.

La psoriasis pustulosa se caracteriza por brotes repentinos de pústulas pequeñas, estériles y no infecciosas que se desarrollan en áreas rojas e inflamadas de la piel. Estas pústulas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero se encuentran comúnmente en las palmas de las manos, las plantas de los pies, los dedos de las manos y de los pies y en los pliegues de la piel. Las pústulas generalmente se rompen, dejando áreas de piel en carne viva, enrojecida y descamativa. En casos graves, la piel puede formar ampollas y grandes áreas pueden verse afectadas. Los síntomas también pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor en las articulaciones y fatiga.

El diagnóstico de psoriasis pustulosa se realiza en función de los síntomas de la persona, el examen físico y una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico y excluir otras afecciones de la piel con síntomas similares.

El tratamiento de la psoriasis pustulosa tiene como objetivo reducir la inflamación, prevenir la formación de nuevas pústulas y mejorar la apariencia de la piel. Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos tópicos como corticosteroides y retinoides, medicamentos orales como retinoides sistémicos, metotrexato y ciclosporina, y productos biológicos, que son medicamentos que se dirigen a proteínas específicas involucradas en la respuesta inmune. En casos graves, es posible que se requiera hospitalización para controlar los síntomas.

La psoriasis pustulosa puede ser una afección difícil de controlar, pero se puede controlar con el tratamiento adecuado. Las personas con esta afección deben trabajar en estrecha colaboración con su proveedor de atención médica para determinar el mejor plan de tratamiento y monitorear el progreso.