Si bien la ansiedad puede causar dificultad para respirar y una sensación de opresión en el pecho, no hace que los pulmones duelan o se cansen directamente. La sensación de dolor pulmonar y fatiga generalmente se asocia con afecciones respiratorias subyacentes o esfuerzo físico. Si experimenta estos síntomas, es fundamental consultar con un profesional de la salud para descartar posibles causas médicas. Las dificultades respiratorias relacionadas con la ansiedad suelen implicar un patrón de respiración rápido y superficial conocido como hiperventilación. Esto puede provocar un desequilibrio temporal en los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en el torrente sanguíneo, provocando síntomas como mareos, aturdimiento y sensación de hormigueo en manos y pies. Sin embargo, no provoca daño físico ni dolor en los pulmones. Si experimenta dolor pulmonar persistente o fatiga, es recomendable buscar una evaluación médica para determinar la causa raíz y recibir el tratamiento adecuado.