No existe un orgánulo específico que controle el sistema respiratorio. El sistema respiratorio está formado por una red de órganos y tejidos que facilitan el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el cuerpo y el medio externo. El proceso de la respiración implica la acción coordinada de varios músculos, nervios y órganos, incluidos los pulmones, el diafragma, la nariz, la boca, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los alvéolos. Estos componentes trabajan juntos para facilitar la inhalación de aire rico en oxígeno y la exhalación de aire rico en dióxido de carbono. La regulación de la respiración está controlada principalmente por el centro respiratorio ubicado en el bulbo raquídeo y la protuberancia del tronco del encéfalo. Esta región del cerebro contiene grupos de neuronas que generan las señales rítmicas necesarias para respirar.