Los sacos de aire que se fusionan en el enfisema se llaman alvéolos. Los alvéolos son estructuras pequeñas en forma de saco en los pulmones que permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el aire y el torrente sanguíneo. En el enfisema, las paredes de los alvéolos se dañan y destruyen, lo que da lugar a la formación de sacos de aire más grandes y menos eficaces. Esto puede provocar dificultad para respirar y otros problemas respiratorios.