Es normal experimentar sangrado y secreción vaginal durante varias semanas después de un aborto espontáneo. El color y la consistencia de la secreción pueden variar durante este tiempo. La secreción de color marrón rojizo es a menudo un signo de sangre y tejido viejos que se expulsan del útero. Esta es una parte normal del proceso de curación y normalmente no indica ningún problema. Sin embargo, si la secreción va acompañada de otros síntomas, como sangrado abundante, dolor abdominal intenso o fiebre, es importante consultar a un médico para descartar cualquier complicación.