¿Por qué se somete a quimioterapia al paciente con artritis reumatoide?

Artritis reumatoide (AR) Es un trastorno autoinmune que causa inflamación crónica y daño a las articulaciones. Por lo general, la quimioterapia no se usa para tratar la AR, ya que se usa principalmente para tratar el cáncer.

La AR se controla mediante diversos medicamentos y terapias destinadas a reducir la inflamación, prevenir el daño a las articulaciones y aliviar el dolor. Algunos tratamientos comunes para la AR incluyen:

- Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME): Estos medicamentos son el tratamiento principal para la AR y actúan retardando la progresión de la enfermedad y previniendo el daño a las articulaciones. Ejemplos de FARME incluyen metotrexato, leflunomida y sulfasalazina.

- Terapias biológicas: También conocidos como productos biológicos, estos son medicamentos inyectables que se dirigen a componentes específicos del sistema inmunológico involucrados en la inflamación de la AR. Algunas terapias biológicas utilizadas para el tratamiento de la AR incluyen adalimumab (Humira), infliximab (Remicade), etanercept (Enbrel) y rituximab (Rituxan).

- FAME sintéticos dirigidos: Estos medicamentos más nuevos, como tofacitinib (Xeljanz) y baricitinib (Olumiant), actúan bloqueando vías inflamatorias específicas en el cuerpo.

- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE): Los AINE, como el ibuprofeno y el naproxeno, se usan comúnmente para reducir el dolor, la inflamación y la rigidez causados ​​por la AR.

- Corticosteroides: Estos medicamentos, como la prednisona, pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas de la AR. Sin embargo, generalmente se usan en dosis más bajas y por períodos cortos debido a posibles efectos secundarios.

Los reumatólogos, especialistas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades reumáticas, evalúan cuidadosamente el estado de cada paciente y ajustan los tratamientos en consecuencia. La elección del medicamento o combinación de terapias depende de la gravedad de la enfermedad, la respuesta individual y el equilibrio de la eficacia con los posibles efectos secundarios.