¿Cómo se convierte en atrofia geográfica?

La atrofia geográfica (AG) es una forma avanzada de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) que conduce a la destrucción progresiva de la parte central de la retina, la mácula. La mácula es responsable de la visión central nítida, necesaria para actividades como leer, conducir y reconocer rostros.

GA se desarrolla cuando el epitelio pigmentario de la retina (EPR), una capa de células que sostiene a los fotorreceptores en la retina, comienza a deteriorarse. El EPR es responsable de eliminar los productos de desecho de la retina y proporcionar nutrientes a los fotorreceptores. Cuando se daña el EPR, los fotorreceptores mueren, lo que lleva a la formación de áreas de atrofia con forma geográfica en la mácula.

Se desconoce la causa exacta de la AG, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. La edad, el tabaquismo, la presión arterial alta y la obesidad son factores de riesgo de GA.

Generalmente, la AG progresa lentamente durante muchos años. En las primeras etapas, es posible que no haya síntomas perceptibles. Sin embargo, a medida que avanza la atrofia, la visión central puede volverse borrosa o distorsionada y pueden aparecer manchas oscuras en el campo visual central. En casos avanzados, la GA puede provocar una pérdida grave de la visión y ceguera legal.

Actualmente no existe cura para la GA, pero existen tratamientos que pueden ayudar a frenar la progresión de la enfermedad y preservar la visión. Estos tratamientos incluyen inyecciones anti-VEGF, que bloquean el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que pueden dañar la retina, y terapia fotodinámica, que utiliza un fármaco activado por luz para destruir los vasos sanguíneos anormales.

El diagnóstico y tratamiento tempranos de GA son importantes para preservar la visión. Si experimenta algún cambio en su visión central, es importante consultar a un oftalmólogo de inmediato.