Es normal que la frecuencia respiratoria de un recién nacido baje a 16 respiraciones por minuto mientras duerme. Esto se debe a que sus cuerpos aún se están desarrollando y su respiración está regulada por el tronco del encéfalo. El tronco del encéfalo controla las funciones básicas del cuerpo, como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. A medida que el cuerpo de un recién nacido madura, su frecuencia respiratoria aumentará y se volverá más regular.