¿Qué es una lesión real?

El daño real, también conocido como daño concreto o daño particularizado, es un concepto legal que requiere que una persona demuestre que ha sufrido un daño real, específico y concreto como resultado de las acciones o conducta del acusado. En otras palabras, la persona debe demostrar que ha experimentado una lesión real y reconocible que es más que simplemente teórica o especulativa.

El concepto de daño real se discute comúnmente en el contexto del derecho constitucional y los litigios civiles. En casos constitucionales, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha sostenido que una persona debe demostrar un daño real para tener legitimación activa para demandar. Esto significa que la persona debe demostrar que ha sufrido personal e individualmente un daño que es bastante rastreable hasta las acciones del acusado y que es probable que el daño sea reparado mediante una decisión judicial favorable.

En los litigios civiles, el principio de lesión real suele servir como requisito mínimo para presentar ciertos tipos de demandas, como reclamaciones por lesiones personales o acciones por incumplimiento de contrato. Para establecer un reclamo, un demandante debe demostrar que realmente ha incurrido en pérdidas económicas, daños físicos o algún otro perjuicio tangible como resultado de la conducta del demandado.

El concepto de daño real está diseñado para garantizar que los tribunales sólo consideren casos en los que exista una disputa genuina y concreta sobre derechos o intereses, en lugar de reclamaciones puramente hipotéticas o especulativas. Al exigir prueba de daño real, el sistema legal pretende evitar demandas innecesarias y frívolas y centrarse en casos en los que existe una necesidad legítima de resolución judicial.