Cómo las vacunas detuvieron la viruela
La viruela fue una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus variola que mató a millones de personas a lo largo de la historia. Los síntomas de la viruela incluían fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y una erupción que progresaba desde protuberancias rojas hasta ampollas llenas que eventualmente formaban costras y dejaban cicatrices. La enfermedad era a menudo mortal, con una tasa de mortalidad del 30% o más.
El desarrollo de la vacuna contra la viruela
En el siglo XVIII se produjo un gran avance en la lucha contra la viruela con el desarrollo de la vacuna contra la viruela. La vacuna fue desarrollada por Edward Jenner, un médico inglés que observó que las lecheras que habían estado expuestas a la viruela vacuna, una enfermedad leve que producía lesiones en las manos, eran inmunes a la viruela. Jenner planteó la hipótesis de que la exposición a la viruela vacuna de alguna manera protegía contra la viruela.
En 1796, Jenner llevó a cabo un experimento en el que vacunó a un joven llamado James Phipps con material de viruela vacuna. Luego expuso a James a la viruela y el niño no desarrolló la enfermedad, lo que demuestra que la vacuna contra la viruela vacuna era eficaz para prevenir la viruela.
La propagación de la vacuna contra la viruela
El descubrimiento de la vacuna contra la viruela por parte de Jenner supuso un importante punto de inflexión en la lucha contra la enfermedad. La vacuna se adoptó rápidamente en todo el mundo y la vacunación contra la viruela se volvió obligatoria en muchos países. Como resultado, la incidencia de la viruela disminuyó drásticamente.
La erradicación de la viruela
En 1959, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un programa mundial de erradicación de la viruela. El programa incluía campañas de vacunación masiva en países donde la viruela todavía era endémica. En 1977, la viruela había sido erradicada del mundo, lo que la convirtió en la primera enfermedad eliminada por completo mediante la vacunación.
El legado de la vacunación contra la viruela
La erradicación de la viruela es uno de los mayores logros de salud pública de la historia. La vacunación contra la viruela ha salvado innumerables vidas y ha evitado sufrimientos indecibles. Hoy en día, la vacuna contra la viruela ya no se administra de forma rutinaria porque la enfermedad ha sido erradicada, pero sigue siendo una herramienta importante en el arsenal de salud pública en caso de un posible brote.