No, hacer que un paciente doble el brazo después de una extracción de sangre no es necesariamente malo. De hecho, es una práctica común pedir a los pacientes que doblen el brazo a la altura del codo después de una extracción de sangre para ayudar a detener el sangrado y promover la curación. Esto puede ayudar a minimizar los hematomas y la hinchazón en el lugar de la punción.