Sí, las sanguijuelas ayudan a curar las heridas. Las sanguijuelas se utilizan en una práctica médica llamada hirudoterapia, donde se aplican a las heridas para promover la curación. Las sanguijuelas secretan un anticoagulante llamado hirudina, que previene la coagulación de la sangre y ayuda a mantener el flujo sanguíneo hacia la herida. Este aumento del flujo sanguíneo aporta oxígeno y nutrientes a la herida, lo que promueve una curación y una regeneración de tejidos más rápidas. Además, las sanguijuelas también ayudan a eliminar el tejido muerto y promover el crecimiento de tejido nuevo. Estas propiedades hacen que las sanguijuelas sean eficaces para tratar diversas heridas, incluidas aquellas que tardan en sanar o se han infectado.