¿Qué es un trauma menor?

Traumatismo menor se refiere a una lesión física que no pone en peligro la vida y resulta en daño superficial a tejidos u órganos. A menudo se utiliza para describir cortes, hematomas, abrasiones y laceraciones menores. Por lo general, este tipo de lesiones no requieren atención médica exhaustiva y, a menudo, pueden tratarse en casa con medidas básicas de primeros auxilios. Algunos ejemplos de traumatismos menores incluyen:

- Cortes: Se trata de roturas en la superficie de la piel que suelen ser causadas por objetos punzantes, como cuchillos o tijeras.

- Contusiones: También conocidas como contusiones, son áreas de decoloración e hinchazón que se producen cuando se dañan pequeños vasos sanguíneos debajo de la piel.

- Abrasiones: Son raspaduras o rasguños que resultan en la eliminación de la capa más externa de la piel.

- Laceraciones: Se trata de desgarros o cortes irregulares en la piel que pueden requerir atención médica y cierre con suturas o puntos.

Los traumatismos menores pueden ocurrir en diversos entornos, como en el hogar, durante actividades deportivas o en el lugar de trabajo. Si bien las lesiones menores generalmente se curan por sí solas, es importante limpiarlas y tratarlas rápidamente para prevenir infecciones y promover una curación adecuada. Si el trauma es grave o implica signos de infección (por ejemplo, aumento del dolor, hinchazón, enrojecimiento o secreción), es recomendable buscar atención médica. Algunas lesiones menores, como laceraciones graves o una conmoción cerebral, pueden requerir evaluación y tratamiento profesional.