¿Por qué duele tanto después de recibir una inyección?

1. Inflamación: Las vacunas desencadenan la respuesta inmune del cuerpo, lo que provoca inflamación en el lugar de la inyección. Esta inflamación provoca la liberación de sustancias químicas que aumentan el flujo sanguíneo y hacen que los nervios sean más sensibles, lo que provoca dolor e hinchazón.

2. Contracción muscular: La aguja utilizada para la vacunación perfora la piel y el tejido muscular subyacente, provocando contracción y dolor muscular inmediatos.

3. Daño tisular: La aguja perfora la piel y los pequeños vasos sanguíneos, creando pequeñas áreas de daño tisular. El proceso de curación de estos tejidos dañados puede provocar molestias.

4. Reacción química: Algunas vacunas contienen adyuvantes, que son sustancias que mejoran la respuesta inmunitaria pero que también pueden contribuir a reacciones locales como el dolor. Estos adyuvantes estimulan el sistema inmunológico y provocan la liberación de mediadores inflamatorios que pueden provocar dolor e hinchazón.

5. Variaciones individuales: La sensibilidad al dolor varía de persona a persona, por lo que algunas personas pueden experimentar más molestias después de la vacunación que otras. La edad, la salud general y las condiciones subyacentes también pueden afectar la percepción del dolor.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentan un dolor significativo después de recibir una inyección y el nivel de malestar también puede variar según la vacuna específica y la respuesta inmunitaria de la persona. La mayoría de las reacciones en el lugar de la inyección son leves y se resuelven en unos pocos días. Sin embargo, si el dolor o la hinchazón son intensos o persistentes, es recomendable consultar a un médico.