El tiempo de curación del pie de trinchera o del pie de inmersión puede variar según la gravedad de la afección y la salud general del individuo. En los casos leves, los síntomas pueden resolverse en unas pocas semanas con el tratamiento adecuado, mientras que los casos más graves pueden tardar varios meses en sanar por completo. En algunos casos, el pie de trinchera o el pie de inmersión pueden provocar daños permanentes y discapacidad.