Es normal experimentar algunos calambres una vez finalizado el período, ya que el útero aún se está contrayendo para volver a su tamaño normal. Estos calambres suelen ser leves y no deberían durar más de unos pocos días. Sin embargo, si experimenta calambres intensos o persistentes que van acompañados de otros síntomas como sangrado abundante, fiebre o náuseas, es importante consultar a un médico, ya que pueden ser un signo de una afección médica subyacente.