¿Qué debes hacer si estás apretado pero necesitas ponerte un tampón?
1. Relaja tus músculos. Este es el paso más importante, ya que ayudará a que la inserción del tampón sea más cómoda. Puedes hacerlo respirando profundamente y exhalando lentamente, o relajando los músculos del suelo pélvico.
2. Utiliza un tampón más pequeño. Si no estás acostumbrada a usar tampones, quizás quieras comenzar con una talla más pequeña. Esto ayudará a reducir la cantidad de presión sobre el himen y facilitará la inserción.
3. Utiliza un lubricante. Si aún tienes dificultades para insertar el tampón, puedes intentar usar un lubricante a base de agua. Esto ayudará a reducir la fricción y hará que la inserción sea más cómoda.
4. Experimente con diferentes posiciones. Algunas personas encuentran que es más fácil insertar un tampón mientras están de pie con un pie en el asiento del inodoro, mientras que a otras les resulta más fácil hacerlo estando en cuclillas o sentadas en el inodoro. Experimente con diferentes posiciones hasta que encuentre una que funcione para usted.
5. No lo fuerces. Si no puedes insertar el tampón después de probar los consejos anteriores, no lo fuerces. Esto podría causar dolor y daño a su himen. En su lugar, quítate el tampón y vuelve a intentarlo más tarde.
Si aún no puedes insertar un tampón, debes hablar con tu médico. Puede haber una afección médica subyacente que esté causando la opresión.