No es recomendable meterse en la piscina cuando estés en la regla sin utilizar un tampón. Existe el riesgo de que la sangre menstrual se escape y manche el agua de la piscina, lo que podría resultar embarazoso y antihigiénico. Además, no se recomienda nadar con una toalla sanitaria o toalla sanitaria, ya que pueden encharcarse y caerse. Lo mejor es insertar un tampón antes de nadar para evitar fugas.