¿Aún te duele el diente después de un empaste?

En los días inmediatamente posteriores a un empaste, no es raro experimentar un leve dolor o sensibilidad alrededor del diente tratado. Esta molestia suele ser temporal y debería desaparecer en unos pocos días. Sin embargo, si el dolor es intenso, persiste durante más de unos pocos días o va acompañado de otros síntomas como hinchazón, fiebre o dificultad para morder o masticar, es importante comunicarse con su dentista para descartar posibles problemas subyacentes. Aquí hay algunos factores que pueden influir en si un diente puede seguir doliendo después de un empaste:

1. Tipo de Relleno: Los diferentes materiales de relleno tienen distintos niveles de sensibilidad. Por ejemplo, ciertos materiales, como los empastes de amalgama metálica, pueden sentirse inicialmente más fríos o más calientes en comparación con el diente natural, lo que provoca una sensibilidad temporal.

2. Profundidad del Relleno: Si el empaste implica una perforación más profunda en el diente, es posible que se acerque a la pulpa, que alberga nervios y vasos sanguíneos. En tales casos, es más probable que se produzcan molestias después del empaste.

3. Infección dental: Si el diente tenía una infección antes del empaste, puede haber una inflamación residual que puede persistir por algún tiempo y causar sensibilidad.

4. Problemas de ajuste posteriores al llenado: Si el empaste no se ajusta adecuadamente para garantizar una mordida uniforme, puede ejercer una presión indebida sobre el diente y causar molestias, especialmente al masticar.

5. Ansiedad o estrés del paciente: A veces, el aumento de la ansiedad o el estrés pueden aumentar la percepción de dolor después de los procedimientos dentales.

Si el dolor es persistente o intenso, lo mejor es consultar con su dentista para una evaluación. Pueden evaluar el relleno, detectar posibles complicaciones y brindar opciones de tratamiento adecuadas para aliviar el dolor.