Almacenar sangre menstrual en frascos no es una práctica común ni médicamente recomendada. Mantener la sangre de la menstruación fuera del cuerpo durante un período prolongado conlleva riesgos de contaminación y posibles problemas de salud. Una higiene menstrual adecuada implica desechar adecuadamente los productos menstruales, como toallas sanitarias y tampones, de manera limpia e higiénica para mantener una salud reproductiva saludable.