Es importante consultar con un médico o dentista antes de usar un enjuague con agua salada después de la extracción de un diente, especialmente si tiene presión arterial al borde de la alta. Si bien el enjuague con agua salada generalmente se considera seguro y eficaz para reducir la hinchazón y el malestar después de la extracción del diente, es posible que el alto contenido de sal no se recomiende para personas con ciertas afecciones médicas, incluida la presión arterial límite o alta. El enjuague con agua salada puede aumentar temporalmente la presión arterial y exacerbar la hipertensión. Busque siempre asesoramiento profesional adaptado a su situación específica para garantizar la seguridad y la atención adecuada.