¿Se debe extraer un diente si las encías están inflamadas o si se tiene un absceso?

En general, los dentistas intentan preservar los dientes naturales siempre que sea posible. Sin embargo, existen algunas situaciones en las que extraer un diente puede ser la mejor opción, entre ellas:

Enfermedad grave de las encías: Si la enfermedad de las encías ha progresado hasta el punto en que el hueso que sostiene el diente se ha dañado significativamente, es posible que sea necesario extraer el diente.

Caries dental avanzada: Si un diente tiene caries extensas que no se pueden reparar con un empaste o una corona, es posible que sea necesario extraerlo.

Infección: Si un diente está infectado y la infección no se puede tratar con antibióticos o tratamiento de conducto, es posible que sea necesario extraer el diente.

Diente impactado: Un diente impactado es un diente que no puede salir completamente del tejido de las encías. Los dientes impactados pueden causar dolor y daño a los dientes circundantes y es posible que sea necesario extraerlos.

Un absceso es una acumulación localizada de pus que puede aparecer en las encías o alrededor de la raíz de un diente. Los abscesos pueden ser causados ​​por infecciones bacterianas y pueden causar dolor, hinchazón y fiebre. El tratamiento de un absceso generalmente implica antibióticos y drenaje del pus. En algunos casos, un absceso también puede requerir la extracción del diente afectado.

Antes de tomar la decisión de extraer un diente, su dentista evaluará cuidadosamente su salud bucal y discutirá con usted todas sus opciones de tratamiento. Considerarán la gravedad de la enfermedad o infección de las encías, el estado del diente y el pronóstico a largo plazo de su salud bucal.