Es posible que un niño de seis años experimente un ligero aumento en la temperatura corporal cuando le sacan los molares, pero no es típico tener fiebre verdadera. La erupción de los molares, también conocida como dentición, suele provocar malestar, irritabilidad y cambios en el apetito y los patrones de sueño en los niños pequeños. Si bien pueden ocurrir fluctuaciones menores de temperatura, una fiebre de 100,4 grados Fahrenheit (38 grados Celsius) o más generalmente no se considera un síntoma común asociado solo con la dentición. Si un niño de seis años presenta fiebre alta, es importante consultar con un profesional de la salud para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.