En la mayoría de los casos, una protuberancia roja en el lugar de la pérdida de un diente en los niños es completamente normal y forma parte del proceso de curación. La protuberancia está formada por el coágulo de sangre que se forma en la cavidad del diente para protegerla y promover la curación. En unos pocos días, la protuberancia debería empezar a convertirse en encías sanas. Sin embargo, si el enrojecimiento, la hinchazón o el bulto persisten o notas otros síntomas como dolor o fiebre, siempre es mejor consultar a tu dentista para asegurarte de que no haya problemas subyacentes. Pueden evaluar el proceso de curación y brindar orientación si es necesario.