¿Qué efecto tiene beber miel y limón calientes cuando estás resfriado?
La miel tiene una consistencia espesa y almibarada que en realidad cubre la garganta y actúa casi como un agente adormecedor. También puede ayudar a reducir la inflamación de la garganta y facilitar la deglución.
Afloja la mucosidad
La miel también tiene propiedades antibacterianas, por lo que no solo puede ayudar a aliviar el dolor de garganta y reducir la inflamación, sino que también puede ayudar al cuerpo a eliminar los virus y bacterias que causan el resfriado.
Le ayuda a dormir mejor por la noche
Una de las peores partes de un resfriado es cómo puede afectar su capacidad para dormir bien por la noche. Se ha demostrado que la miel ayuda a las personas a conciliar el sueño más rápidamente y a mejorar la calidad general del sueño.
Aporta antioxidantes y vitaminas adicionales
Además, agregar un chorrito de jugo de limón a la miel proporciona una dosis extra de antioxidantes y vitamina C, los cuales pueden ayudar a estimular su sistema inmunológico y combatir el resfriado.
Cuándo tomar miel y limón picante
Si bien la miel y el limón calientes pueden ser calmantes y útiles en cualquier momento si estás resfriado, hay algunos momentos específicos en los que pueden ser especialmente beneficiosos:
A primera hora de la mañana: La miel y el limón a primera hora de la mañana ayudarán a cubrir la garganta y evitarán que tosas esa horrible mucosidad de la primera mañana.
Después de un ataque de tos: La miel y el limón pueden ayudar a calmar la garganta después de un ataque de tos.
Antes de acostarse: La miel y el limón a la hora de acostarse pueden ayudar a aliviar el dolor de garganta y reducir la tos, lo que puede facilitar el sueño reparador.