Si bien es posible que una ecografía cause calambres y sangrado, no es algo común. En general, las ecografías son seguras y no causan ningún daño. Sin embargo, existen algunos casos en los que una ecografía puede causar cierta molestia o sangrado. Por ejemplo, si la sonda de ultrasonido se inserta demasiado profundamente o si se aplica mucha presión en el abdomen durante el procedimiento, es posible que la mujer experimente algunas molestias o sangrado. Además, si la mujer tiene antecedentes de fibromas uterinos u otras anomalías uterinas, es más probable que experimente calambres o sangrado después de una ecografía. En la mayoría de los casos, cualquier calambre o sangrado después de una ecografía es leve y se resolverá por sí solo en unos pocos días. Sin embargo, si experimenta calambres intensos o sangrado después de una ecografía, es importante que consulte a su médico de inmediato.