La micción frecuente es uno de los primeros síntomas del embarazo y comienza a las seis semanas de embarazo. La hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) estimula el crecimiento del revestimiento del útero durante las primeras etapas del embarazo y contribuye a este aumento de la micción. Puede sentirse como una necesidad constante de ir, incluso si cada vez se expulsan pequeñas cantidades.