En general, no existen diferencias significativas en la fortaleza general del sistema inmunológico entre hombres y mujeres. Tanto hombres como mujeres poseen sistemas inmunológicos robustos que los protegen de infecciones, enfermedades y patógenos. Si bien puede haber variaciones en las respuestas inmunitarias a enfermedades o afecciones específicas, estas variaciones no están determinadas únicamente por el género. Factores como la genética, la edad, el estilo de vida, la exposición ambiental y la salud en general desempeñan un papel más importante en la configuración de la función inmune de un individuo.