¿Qué hizo que el joven señor cambiara de opinión hacia los ancianos?

En la obra de William Shakespeare "El rey Lear", el joven señor que experimenta un cambio de opinión hacia los ancianos es Edmund. Es el hijo ilegítimo del conde de Gloucester. Al comienzo de la obra, Edmund está amargado y resentido con su hermano legítimo, Edgar, y planea desheredarlo. Engaña a su padre haciéndole creer que Edgar quiere matarlo, lo que lleva a Edgar a huir de casa.

Pero a medida que avanza la obra, Edmund comienza a cambiar lentamente. Es testigo del terrible sufrimiento del Rey Lear, que ha sido traicionado por sus propias hijas y obligado a vivir en la miseria. También ve la lealtad y devoción de Kent, el fiel y antiguo sirviente del rey. Como resultado de estas experiencias, Edmund comienza a ver el valor de la compasión y la bondad y, finalmente, se vuelve contra sus malvados planes y trata de ayudar a Lear y Edgar.

Aquí hay algunos momentos clave que contribuyen al cambio de opinión de Edmund:

El sufrimiento del Rey Lear:Edmund ve el terrible estado al que ha quedado reducido el Rey Lear debido a la crueldad de sus hijas. Lear no tiene hogar, está hambriento y casi loco. Edmund comienza a ver lo malo que fue para él ayudar a Goneril y Regan a traicionar a su padre, y decide intentar ayudar a Lear.

La lealtad de Kent:Edmund está impresionado por la lealtad y devoción de Kent, quien permanece fiel a Lear incluso cuando todos los demás lo han abandonado. La amabilidad y la compasión de Kent hacen que Edmund comprenda la importancia de estas cualidades y comienza a lamentar su propia falta de compasión.

El perdón de Edgar:Cuando Edmund está a punto de ser asesinado por su hermano Edgar, Edgar se niega a vengarse. En cambio, le ofrece a Edmund perdón y misericordia. Este acto de bondad tiene un efecto profundo en Edmund y finalmente le permite dejar de lado su odio y amargura.

Al final de la obra, Edmund se ha transformado por completo. Ha pasado de ser un intrigante malvado y desalmado a un joven arrepentido y compasivo. Su cambio de opinión es un poderoso recordatorio de la bondad que puede existir incluso en las personas más imperfectas.