No es posible proporcionar un número específico de personas que se quitaron la vida en diciembre de 2012 como resultado directo del acoso, ya que no existe un sistema centralizado de recopilación de datos que rastree esta información. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que el acoso es un factor de riesgo importante de suicidio, y que las personas acosadas tienen más probabilidades de intentar suicidarse que las que no lo son.